El deseo ardiente en el corazón de Dios Padre es que cada persona sea libre de la condenación eterna, la cual es la consecuencia del pecado.
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[shareable]Esto es bueno y agradable a Dios nuestro Salvador, pues él quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad. 1 Timoteo 2:3-4[/shareable]
La Palabra de Dios Padre es clara en cuanto a los dos únicos caminos eternos para los hombres”: vida eterna y muerte eterna. Esta es una verdad que Dios desea que todos conozcan. El además quiere que todos tengan la oportunidad de reconocer a Jesús como Salvador y que obtengan la vida abundante. ¿Quién clamará a Dios Padre y alcanzará la salvación?
Esto no se sabe sino hasta que alguien tome como propia la causa de Dios Padre y con valentía proclame las buenas noticias de salvación
[shareable]Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique? Romanos 10:14 NVI[/shareable]
Decidir unirte a Dios Padre incluye también apasionarte por lo que arde su corazón. Requiere determinación para contarle a otros (familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo o estudio) lo que Él ha hecho por ti y desea hacer por ellos. ¡Esto es valorar la obra redentora de Jesús y la maravillosa obra del Espíritu Santo en la tierra, es decirle a Dios Padre: “Cuenta conmigo” soy UNO con tu causa!